Cuba


CELEBRACIÓN DE LA CANONIZACIÓN DE LA M BONIFACIA
LA HABANA. CUBA


“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser… y a tu prójimo como a ti mismo” (Mt. 22, 34-40)

Y, como nos dijo Monseñor Juan de Dios sj, obispo auxiliar de la Habana, en la homilía de la Eucaristía en la Catedral: Bonifacia amó respetando, amó perdonando, amó aceptando, amó porque se comunicaba, amó porque acogió, amó porque dialogó… Las personas agradecemos sentirnos queridas, acompañadas, guiadas, apoyadas…. y esto es lo que  hace Bonifacia desde la autoridad que hoy le otorga la Iglesia a su vida entregada, ella nos dice: si van lejos, si van a Dios  les  llevo, les acompaño…  Por eso hoy, todos los que queremos a las Siervas de San José, las acompañamos en su alegría”.
Desde 1926, en estas tierras cubanas, siempre ha habido quien la admiró, la quiso e hizo lo posible por dar a conocer su grandeza. Por eso muchas personas han gustado de su vida y del estilo que dejó en estas Siervas de San José que, con su fidelidad y su acogida, han marcado todo un tiempo de entrega y de servicio.
De esta raíz, este tronco y estas ramas, hoy recogemos los frutos: tantos gestos de cercanía y de cariño, de sacerdotes, religiosos y religiosas, familiares, laicos y jóvenes, que no han querido perderse esta celebración, aunque tuvieran que manejar 600 Km para llegar, y que han dado lo mejor para que todo saliera bien: grabando y editando, tocando y cantando muchas noches o trabajando todo el día para que no faltara ningún detalle.
Ha sido una gozada: Empezamos a disfrutar ya preparando y organizando la fiesta entre las dos Comunidades de la Habana, repartiéndonos el trabajo entre todas y buscando incluir a todos los que hoy gozan con su canonización.
El día 23 amaneció cálido y soleado y salieron temprano, en batallón, hacia la Catedral y el antiguo seminario, siervas, laicos y jóvenes a dejar todo listo para la tarde. A partir de las 3:00 pm fuimos llegando a la Catedral: primero un camión de Consolación, de la Provincia de Pinar del Río, con 30 laicos, después la guagua con las abuelas y los trabajadores del asilo y los laicos y amigos de las cañas, y después el resto.
A las 5 de la tarde, con la Iglesia llena y frente a la imagen de Bonifacia, comenzaba la Eucaristía: una celebración sencilla, participativa, digna y alegre, presidida por Monseñor Juan de Dios, concelebrada por muchos amigos y amenizada por el grupo de las Cañas que formó coro con jóvenes religiosas y religiosos de varias Congregaciones.
Al finalizar la Eucaristía y tras cantar a una voz: “Bonifacia, amor de madre”, nos trasladamos al patio del antiguo seminario, hoy Centro Felix Varela, donde compartimos una pequeña velada. A través de un guión, Power Points y cantos, fuimos recorriendo la vida de Bonifacia y su Carisma en Cuba. Terminamos con un pequeño video con imágenes grabadas de la Eucaristía de Roma, y una gran ovación cuando apareció Yanet leyendo la segunda lectura.
Fue un día completo, de mucho trabajo compartido, de mucha oración de alabanza, de mucha vida celebrada.
Después de todo lo vivido, la palabra que nos queda resonando es Gracias: a Dios y a Tanta gente que nos quiere y nos acompaña en nuestra alegría, que es la de todos los que queremos a “Santa” Bonifacia.
En la Habana, Cuba

25 de Octubre de 2011