Santa Bonifacia va
abriéndose camino en su tierra. No solamente vamos viéndola en artículos y
fotos sobre ella en los periódicos y en la revista diocesana “Comunidad”, sino
en otros medios.
En
la clausura del Año de la Fe por el Obispo de la diócesis, su reliquia salió en
procesión y estuvo toda la celebración junto al altar mayor de la catedral
nueva como testigo de la fe para los salmantinos.
El
año pasado, la Cofradía de Jesús Despojado nos había pedido una reliquia que
sacaron en procesión en Semana Santa.
Este
año, esta misma cofradía ha querido honrar a 4 santos: Santa Teresa, patrona de
la Diócesis de Salamanca, Juan Pablo II, en cuyo pontificado se inició la
cofradía, San Juan de Sahagún, patrono de Salamanca y Santa Bonifacia, la
primera santa salmantina. Han realizado una imagen pequeña de cada uno de estos
cuatro santos y los han colocado en las cuatro esquinas del trono donde está
Jesús Despojado.
Nos
hemos alegrado de este hecho que ha surgido del pueblo, como iniciativa suya, y
que manifiesta su valoración por santa Bonifacia.
Nos
ha sobrecogido mirar a Bonifacia en la parte de atrás, mirando al público. Nos
parecía escuchar de nuevo las palabras que nos dijo un Jueves Santo:
Anda buscando Jesús quien
padezca con El, quien le ame, quien le siga
Es imposible salvarse sin
padecer, y si nosotras no seguimos las huellas de Jesús, ¿quién irá tras El?
¡Cuánto tenemos que aprender de Jesús, sobre todo
contemplándole en su pasión! ¡Qué ejemplo nos da! ¿Por qué al verlo a El tan
callado sufriendo y padeciendo, no guardamos nosotras ese precioso silencio?
Cuando el Evangelio refiere las calumnias de que acusaban al Señor, dice que
Jesús callaba. Pues calló, para enseñarnos
a todos a guardar silencio.
Ahí
estaba ella, junto al Jesús Despojado, ella que fue despojada como fundadora,
humillada, olvidada… Ella que supo estar al lado de “mujeres despojadas”…
Bonifacia
ha paseado por algunas calles de la ciudad, para interceder por los salmantinos
y para invitarnos desde el silencio, que en ella fue la palabra más elocuente, que
contemplemos a Jesús en su pasión para aprender cómo vivir nuestros sufrimiento
y acercarnos a quienes sufren ofreciendo luz y esperanza.
La
pequeña imagen se parece poco a Bonifacia, pero lo valioso de este gesto, es
que Bonifacia va abriéndose camino silenciosamente y va introduciéndose en el
corazón de la gente, porque la bondad revestida de humildad de Bonifacia nos
atrae a todos.
Rosario Hernández, ssj
Quisiera, si es posible comprar el CD Una mujer abriendo caminos. Por favor. vivo en Argentina, San Juan. Podrían ayudarme con alguna indicación? Trovador esta renovando su página
ResponderEliminarNo es posible comprar esa música?
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